Luego de vacaciones
De nuevo con el mundo virtual. Recién el 26 de agosto finalicé mis vacaciones. Una temporada alejado de todo contacto con internet, poca televisión y nada de diarios ni radio. Una desición útil para desintoxicar la mente de la crisis política que vive Honduras. He aprovechado este tiempo para dedicarlo a la familia (a mi esposa Karen y a mi hijo Carlos Alberto). Además, para compartir con un grupo de cristianos que se reúne en la ciudad de Danlí, El Paraíso. En la iglesia de esa localidad obedecí el evangelio y comencé mi formación como cristiano. Lamentablente algunos de los hermanos que me sirvieron de maestros, hoy día se han apartado de la senda de Cristo. Las desiciones equivocadas de algunos líderes o evangelistas afecta la reputación de las congregaciones frente a la gente inconversa. Pero también tuve el gozo de compartir con quienes han permanecido fieles a pesar de las dificultades. Otro gusto es ver cómo algunos niños que han crecido dentro de esta congregación ahora son