Dependencia del dinero de congregaciones de Estados Unidos

Algunas iglesias no conocen ni el país, las congregaciones o los evangelistas a quienes destinan sus fondos. Por lo general, los “encargados de la obra” (término que muchos utilizan y que les gusta escuchar) actúan como intermediarios entre los que envían la ayuda y el evangelista. No es malo ni antibíblico que una iglesia local sostenga a un predicador en otra ciudad o nación. El problema es que alrededor de algunos hermanos que “consiguen las ayudas” se forman grupos.

Muchas divisiones (hay quienes no les gusta este término) en el cuerpo de Cristo no se generan por problemas doctrinales sino por cuestiones de dinero. Explico: algunos evangelistas de latinoamérica se adaptan a los puntos doctrinales del hermano que les consigue la ayuda. Cada vez más hombres cambian sus ideas dependiendo de quién les facilita la ayuda económica y el "cambio de creencias" funciona nomás como un escudo que les permite acceder a mejores cheques (no es común que un evangelista cambie en ciertos puntos doctrinales si eso le supone la pérdida del sostén o recibir menos dólares).

Una solución: que las congregaciones locales sostengan a sus evangelistas. Pero las iglesias son inmaduras en este campo (deben existir excepciones). Algunas razones para esta afirmación:

Limosnas en vez de ofrendas

  • Hay congregaciones que apenas juntan dinero para pagar el alquiler, comprar el jugo de uva o cancelar la cuota mensual por los servicios básicos como agua y energía eléctrica.

  • No ofrendan siquiera el 10% de sus ingresos (Como se les exige o enseña a muchos creyentes evangélicos, por ejemplo). Significa que las iglesias de Cristo no han aprendido a ofrendar.

  • Lo anterior es fruto de una enseñanza equivocada. Para evangelizar algunos hermanos presentan como argumento que “en la iglesia de Cristo usted no va a diezmar”, “no le vamos a fiscalizar su salario para exigirle el diezmo como en las denominaciones”… Entonces aprenden a dar limosna y no a sacrificarse. Si estamos bajo un mejor pacto cada cristiano debería dar más que la décima parte en ofrenda para Dios. Por esa mesquindad heredada abundan las iglesias pobres, en el aspecto económico.
    Los miembros no se consideran responsables de la obra


  • Las iglesias se han acostumbrado a que hay “un encargado” a quien le pagan. La misión del predicador es evangelizar, visitar hermanos, cuidar enfermos, resolver conflictos personales entre hermanos, estar pendiente de las necesidades del local, etc. El argumento es que “para eso le pagan”.


  • La actitud anterior produce miembros sin compromiso. Siempre están en el local, pero no son activos en la expansión de la obra. No entienden que el evangelista no está para hacer el trabajo de ellos, sino para trabajar con ellos. Es cierto que tiene más tiempo, pero no significa que debe cargar con las responsabilidades individuales que la doctrina de Cristo demanda a cada cristiano.


  • No habrá crecimiento mientras las congregaciones vean a los evangelistas como empleados y no como sus aliados en la predicación del evangelio y bienestar espiritual de la iglesia. Tampoco cuando los sigan imaginando como "pastores".

  • Si las iglesias locales de Honduras (y otros países) no aprenden a ofrendar con sacrificio, no podrán sostener a sus evangelistas y estarán siempre confiados en que “de Estados Unidos” ayudarán a los predicadores. La dependencia siempre genera problemas y el amor al dinero que paceden algunos malos evangelistas empaña a la iglesia del Señor.

    Comentarios

    1. MUY INTERESANTE, CREO QUE ACA EN MEXICO Y MAS EN LA FRONTERA SE PADECE DE ESA FORMA, QUE EL DINERO DE LAS IGLESIAS DE ESTADOS UNIDOS, NOS HA HECHO DEPENDIENTES, PRESAS Y ESPECTADORES DE LOS QUE SE CONOCE COMO iglesia de Cristo, ES UNA PENA LO QUE NOS ACONTECE COMO SI EL EVANGELIO FUERA DE ORIGEN ESTAUNIDENSE....

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