Reencuentro con Randy Travis


La primera vez que escuché a Randy Travis yo tenía 15 años de edad. No conocía nada acerca de la música country. Sin embargo, aquellos viajes por la tarde hacia la Hacienda San Pedro en compañía de Clyde Walter Lee eran perfectos. Él conducía su toyota hylux y en la casetera sonaba esa música un poco triste. Entendía pocas palabras del idioma inglés, pero la música -idioma que no conoce fronteras- armonizaba con el color naranja del sol y las montañas y las planicies del valle de Jamastrán. Durante varios años me acompañó un casete de Randy Travis (No Holdin' Back) que al escucharlo me hacía recordar la vida del campo, la melancolía de la tarde, el canto de las aves y el mugido del ganado cuando la luz del sol se despide para dar paso a la noche. El sonido country es oportuno para mantener vivo el recuerdo de quienes hemos estado relacionados con la vida del campo. Ese casete siempre me acompañaba en mis viajes de Tegucigalpa a Danlí para visitar a mi madre. La época de los casetes pasó. No sé dónde quedó aquella cinta que reproducía “He walked on water”, “I told you so”, “It’s just a matter of time”, entre otras melodías.

La semana pasada, en un lapso de melancolía, ingresé a listengrooveshark para buscar un poco de country. Tenía unos diez años de no oír nada de Randy Travis. Con agrado volví a escuchar aquella voz y sonidos que nunca se borraron de mi memoria y que marcaron una etapa de mi vida (It’s just a matter of time?). Gracias a internet ahora encuentro composiciones interesantes en “Worship&Faith”. Considero que Travis influyó para mi futuro gusto por el soul, jazz, blues y folk.

En esos primeros años de 1990 también escuché música de Garth Brooks, George Strait y Vince Gill… pero Randy Travis conecta mi natural melancolía, el sentimiento del amor y la nostalgia por la familia con mi sentir religioso. Quizá se debe a que es el primer cantante de country que entró por mis oídos. Bueno, muchos años han pasado. Randy Travis no el mismo que yo recuerdo de la portada del casete de No Holdin' Back. Yo tampoco soy el mismo. Muchos de mis sueños de aquella etapa de la vida permanecen como tales. Pero lo vivido se mantiene latente y de vez en cuando se impone al presente y pasa por mi mente como una película con la música de Randy Travis de fondo.

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