Luz verde en iglesia luterana para casar a homosexuales


Y nosotros nos alarmamos cuando surgen discusiones y desacuerdos en las iglesias sobre si el culpable de fornicación puede o no volverse a casar. Que si los inconversos están o no bajo la ley de Cristo o si es lícito usar la ofrenda para sostener institutos bíblicos, orfanatos, escuelas u otras instituciones. ¿Imagínese si un día surge entre nosotros la controversia acerca de si pueden ser ancianos o evangelistas hombres con inclinación homosexual? El liberalismo que caracteriza a muchas iglesias de Cristo es nada comparado, por ejemplo, con el liberalismo mostrado por la iglesia luterana de Suecia.

Estos días circuló la noticia sobre una decisión trascendental para la iglesia luterana de ese país europeo. El sínodo de ese grupo aprobó la unión religiosa de parejas homosexuales. En abril de este año el Parlamento había dado luz ver a la unión civil entre personas del mismo sexo. A partir del primero de noviembre de 2009 las parejas de lesbianas y gays podrán ingresar a los templos de la iglesia luterana en Suecia y recibir la bendición del pastor. De acuerdo con Protestante digital, "casi el 70% de los 250 miembros del sínodo" dieron su visto bueno. Aunque se deja a criterio de los pastores acceder o negarse a realizar dicho servicio religioso.

El diario ABC de España recoge las declaraciones del arzobispo Andrés Wejryd, cabeza visible de la Iglesia Luterana Sueca: "Es importante que las sociedades sigan el ritmo de los tiempos... aunque la cuestión es controversial y el debate ha sido lento, hemos llegado a un resultado bien discutido y motivado, propio de una sociedad tan moderna como la nuestra". Eso me recuerda el estudio publicado por Thomas Robinson de la iglesia de Cristo en Mannhattan, donde defiende las funciones de las hermanas "ministras". El argumento de Robinson es similar: "Debemos ser bien agradecidos que nuestra sociedad, aún con su multitud de problemas, tiene mayor sensibilidad hacia la igualdad racial y la igualdad de género... La iglesia no debe ser una isla de injusticia (prejuicio racial, o prejuicio de género) en una sociedad que se está moviendo en la dirección opuesta".

Ese tema ha generado divisiones al interior de la iglesia luterana. En las iglesias de Cristo cada día también se distinguen más divisiones, las cuales carcomen el crecimiento y crean rechazo entre los inconversos que preguntan: ¿Cómo es posible que una iglesia que se declara seguir la doctrina correcta del Nuevo Testamento está dividida en tantas fracciones?


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